Navidad
Una Puerta abierta a la esperanza
El nacimiento del Niño Jesús, es una puerta abierta a la esperanza en un mundo más humano,
donde la paz y el amor sea lo único que predomine.
Pero tenemos que pedirle eso al Niño Jesús, para que todo ese cúmulo de buenas intenciones, que todos eso buenos sentimientos y deseos de felicidad que queremos transmitir a los demás, no sólo sea fruto de estos entrañables días de Navidad.
Si no que durante todos los días del año, nos sintamos con este mismo espíritu, con un corazón abierto donde sólo quepan los mejores sentimientos.
Porque de lo contrario, si al pasar ese tiempo hermoso de la Navidad, volvemos a nuestro mundo egoísta donde las palabras solidaridad, compañerismo, entrega, compartir, ayudar, y amor, no tengan cabida en nuestro particular diccionario del vivir cotidiano, de poco, de nada, nos hubiera servido mostrarnos tan generosos, por la sencilla razón de que llana una nueva Navidad.
Dispongámonos a vivir con la mayor intensidad estos días felices de Navidad, pero nunca seamos capaces de olvidar que durante el resto del año existen muchas personas, hermanos nuestros, que por desgracia todavía no saben que existe la palabra Felicidad, o por lo menos e toda su plenitud.
Hagamos posible con nuestro trabajo, con nuestra manera de ser y de comportarnos, con nuestras manos llenas de amor, de comprensión y de los mejores deseos, que cada mañana de esos otros días del calendario, el Niño pueda nacer en los corazones de esos hermanos nuestros que están esperando sus bendiciones.
Si así lo hacemos, bendita sea la Navidad, porque es una puerta abierta a la esperanza a un mundo mejor.
Felicidades para todos, ahora y siempre.
Jacinto Villanueva Martín.
